¿A donde van las almas perdidas
que caminan tambaleante
un pie detrás del otro
para evitar tropezar
con la esperanza que tenían?
Mas alla del umbral de la tormenta
donde a secas el sol aciega
las almas en pena y en cadenas
observan al rojo sol con prudencia
sus rayos fulgurales incendian los campos y los bosques
hasta el borde del abismo donde las pesadillas empiezan
donde la niebla de la mañana se alza y cubre a Aqueronte y Estigia
donde los gritos sin ritmo
y las sombras de familiares en letargo
nadan buscando una orilla que se aleja,
sus historias están ahora en lo profundo del río
junto a todas las almas que siguen aquel camino.
Una vez es mas que suficiente
para seguir los pasos fervientes
de aquellos fieles
que prohibida tienen la muerte.